2 jul 2008

Que reluce más que el sol






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Cuando la gente me pregunta si me gusta el flamenco,a veces no sé qué contestar.Ya no me queda otra que contestar que a mi quién me gusta,quién me apasiona de verdad de la guena,es él,Camarón de mi alma.Y entonces es cuando me tachan,primero de populísta y después de mala oyente incapaz de sentir con otras artes.Pero a quién le importa.La compensación no es comparable.
Antes de conocerle apreciaba el flamenco,del cual había descubierto su mérito,dispuesta había admirado un proceso purísta de belleza atonal incomparable que me había proporcionado etados puros de emociones intensas,había señalado esas y otras virtudes de cuna,había reverenciado el ghetto,por lo que quedaba lo mejor por venir : había abierto mis oídos al futuro del género,tantísimos años de soterramiento parecía que iban a desaparecer ante mi curiosa mirada.
Una perspectiva que se quedaría muy corta,en cuanto escuché por primera vez a Camarón.
No puedo describir con palabras lo que sentí.
Me sentí la persona más feliz del mundo.Comprendí inmediatamente,que yo no iba a poder seguir viviendo sin esa dósis emocional derivada del arte en estado puro.
Me había convertído en una "zombi" más,totalmente dependiente de su cante.De repente se hizo una gran sombra alrededor suya.Era cómo una estrella que relucía más que el sol.
Me cuestioné una vez más si mi poder de escucha,ese amplio espectro,había fracasado realmente, antes o después de el encuentro?.
Me preguntaba por qué era incapaz de emocionarme con otro cante que no fuese el de él. Esperaba y deseaba iniciar una estrecha relación emocional con el flamenco.
Fué una cuestión que asumí rapidamente : me había enamorado profundamente del cante de Camarón,por lo que a la pregunta de "te gusta el flamenco",acabé respondiendo honestamente que no.
A medida que fuí introduciéndome en su discografía,fuí cambiando de nuevo de opinión,respecto a todo lo que había pensado con anterioridad.
La nueva disyuntiva era : estoy adorando el flamenco,sencillamente y sin exagerar.Pero entonces no podía seguir respondiendo que no a la pregunta "te gusta el flamenco?".
Hasta que comprendí que en toda fábula existe una leyenda maldita.
Y la leyenda maldita del flamenco,para muchos,es la propia escuela de Camarón.
Un antes y un después.Nunca más,nada volvió a ser tan natural.

El flamenco,el mundo entero sigue llorando la muerte de Camarón.
Nadie quiere dejar atrás el recuerdo.
El 2 de julio de 1992 una nueva leyenda deriva : la devoción religiosa del mito.

Camarón nuestro,en el arte del flamenco,en el cielo y en la tierra,cúmplase tu blanca y reluciente voluntad.